Siempre comiéndonos la cabeza,preguntándonos una y otra vez si ese chico es el indicado o no,preguntándonos una y otra vez si será uno más o será el definitivo y lo más importante,preguntándonos si podremos confiar en él o no.
Pero llegas a un punto en el que en vez de comerte la cabeza te dejas llevar por la situación,dejas que las cosas sigan su cauce poco a poco y a veces,hasta te arriesgas a darlo todo si hace falta por ese chico.
Eso sí,lo que pides es que te demuestre un mínimo de confianza,tan sólo eso.